NOIA
Chloe tuvo que acostumbrarse a la transición de una vida de modelo soltera, llena de fiestas, atenciones y tensiones, a una vida de ama de casa casada. Su voluntariado le hizo bien: estaba muy comprometida con los demás.
Sin embargo, le faltaba algo de emoción en su vida. Pasaba la mayor parte del tiempo en casa.
Como estaba mucho en casa, tenía mucho tiempo para pensar entre las tareas domésticas. Se da cuenta de que su vida no le satisface del todo. Su marido viajaba mucho y ganaba dinero, mientras que ella se quedaba mucho en casa y se aburría como una ostra. De vez en cuando a Chloe le ofrecían un trabajo de modelo, pero no era suficiente.
FUERA DE CASA MUY A MENUDO
John tampoco estaba completamente satisfecho con la situación actual. Aunque ahora ocupaba un puesto muy importante y ganaba mucho dinero, en su vida faltaba algo. Empezó a darse cuenta cada vez más de que ese “algo” era Chloe. A veces pasaba mucho tiempo fuera de casa, así que pasaban semanas antes de que volviera a ver al amor de su vida.
Además, el hecho de que a Chloe no le gustaran las fotos ni los vídeos no le ayudó. Esto habría facilitado mucho las cosas para John, porque habría podido volver a ver a su mujer. Decidió insistir una vez durante este viaje de negocios. La echaba muchísimo de menos.
LA FOTO
La pareja se había telefoneado durante media hora mientras John embarcaba en su próximo vuelo. Chloe estaba de camino a casa durante la llamada y ahora estaba tumbada en el sofá. De repente recibió un mensaje de su marido, que ya debía de estar en el avión.
“¿Me enviarías una foto tuya, por favor? Te echo muchísimo de menos y me duele no verte estas semanas. Por favor”, escribió John. Luego puso el teléfono en modo avión y se abrochó con cuidado el cinturón de seguridad. El avión empezó a rodar y se preparó para despegar.
TOMAR UNA FOTO
Chloe leyó el mensaje con el ceño fruncido. ¿Una foto de ella? John sabía que eso no le gustaba, ¿verdad? Era modelo profesional, se veía a sí misma con bastante frecuencia. Quería mantener separados el trabajo y la vida privada. Chloe tenía intención de rechazar la petición.
Entonces se dio cuenta de cómo debía sentirse John. Solo y solitario, en un país extranjero, lejos de casa. Lo menos que podía hacer para satisfacerle era enviarle una foto. Posó para un selfie, se hizo varias, eligió la mejor y se la envió a su marido, acompañada de un emoji de corazón.
Sólo se le había olvidado un detalle….
NO HAY VUELTA ATRÁS
Después de enviar la foto, Chloe volvió a mirarla detenidamente. Tenía buen aspecto y no podía creer que no le ofrecieran más trabajos de modelo.
En el pasado, incluso había tenido que rechazarlos porque ya no tenía tiempo para nuevos trabajos… Entonces, de repente, se dio cuenta de un detalle que la sorprendió.
“¡Oh, no!”, gritó en voz alta, empezando a mirar su teléfono en la sala de estar. Se había dado cuenta de algo que sabía que disgustaría a John. Sus dedos golpearon rápidamente el teclado del teléfono móvil hasta que la pantalla se quedó repentinamente en negro. La batería estaba agotada. John aterrizaría y vería la fotografía.
No había vuelta atrás….