ATERRIZA
Una vez aterrizado, John sacó el teléfono del modo avión y una gran sonrisa apareció en su rostro. Tenía un nuevo mensaje del amor de su vida.
Abrió la aplicación de mensajería y vio la hermosa foto de su guapísima esposa. Profundamente enamorado, John se quedó mirando la pantalla.
Su hermosa sonrisa, sus preciosos ojos, su pelo brillante… De repente, el corazón de John dio un salto. ¿Qué era aquello? Su corazón empezó a latir con fuerza en su garganta. Había notado algo en la foto que le había perturbado mucho. ¿Qué significaba?
FURIOSO
John temblaba de rabia mientras marcaba el número de su mujer por cuarta vez.
Ella no volvió a contestar. Sin saber que su teléfono estaba desconectado, lo intentó por quinta vez. Cuando este intento también resultó infructuoso, John decidió llamar a otro número.
Su abogado le respondió con su habitual tono amistoso. John le explicó la situación y concluyó su relato con una petición. “Quiero que ponga en orden los papeles del divorcio”, dijo. El abogado repitió las palabras de John con asombro. “¿Está seguro de eso?”, le preguntó a John. “Hable con ella primero, quién sabe, tal vez tenga una explicación”.
John respiró hondo siguiendo el consejo del abogado y decidió volver a llamar a Chloe.
LA CONVERSACIÓN
John fue directo al grano: “¿Dónde demonios está tu anillo de boda?
Chloe ya esperaba que esto le llamara la atención. Se había gastado tanto dinero y había hecho tantos esfuerzos para que ella llevara un anillo de boda en el dedo, que se había dado cuenta inmediatamente de este detalle. De hecho, la foto mostraba que Chloe no llevaba alianza.
Un oscuro pensamiento cruzó la mente de John. ¿Le había engañado cuando estaba de viaje de negocios? Chloe, por supuesto, había dicho que se aburría en casa. ¿Podría haber sido que ella había buscado la emoción fuera de la puerta y se olvidó de poner su anillo de bodas de nuevo. ¿Sucedía más a menudo? Por supuesto, ella nunca había enviado una foto….
LA EXPLICACIÓN
Chloe decidió contarle la verdad a su marido. Ya era bastante duro para él estar fuera de casa y no poder verle la cara durante la conversación, como para ella tener que esquivar la verdad y contarle una historia. Decidió no andarse con rodeos.
Sabía que asustaría a su marido con la verdad, porque le había prometido que nunca lo haría. Sin embargo, amaba profundamente a John y sabía que no tenía más remedio que decir por qué el anillo no estaba en su dedo en la foto.
LA VERDAD
Chloe le dijo a John que ese día había hecho algo que a él no le gustaría. Se había quedado en casa aburrida. No había nada que hacer ese día, no había eventos a los que asistir y ya había completado todas las tareas del hogar.
Llamó a un conocido para concertar una cita y luego salió. Por el camino, Chloe sabía que estaba haciendo algo que su marido no quería que hiciera, pero estaba cansada del aburrimiento. Al menos era algo emocionante. Y él ni siquiera se enteraría.
LA SESIÓN DE FOTOS
Chloe había reservado una sesión de fotos desnuda con un fotógrafo profesional. La sesión no tenía nada de sexual, era puramente artística. Aunque John le había pedido que no hiciera más sesiones de fotos desnuda, ella decidió ir en contra de sus deseos esta vez. Le pareció muy excitante.
El servicio fue muy respetuoso y hermoso. Chloe volvió a sentirse atractiva, algo que había sentido mucho menos en los últimos años. Quizá no hubiera podido llegar a fin de mes como modelo, pero aún podía. Una vez en casa, John le había pedido una foto y le había enviado un selfie.
