Qué hacer si el cuerpo se rompe
Todo depende de la causa del trastorno. Si usted no tiene síntomas peligrosos enumerados anteriormente, pero la condición todavía le molesta, consulte a un terapeuta. Él averiguará cuál es la causa de los dolores corporales y le prescribirá un tratamiento.
Si está seguro de que las sensaciones desagradables están asociadas, por ejemplo, a un resfriado común o a una postura incómoda, intente aliviar el dolor usted mismo. Para ello, estos medios serán adecuados.
Evite la deshidratación
Algunas enfermedades que provocan dolores corporales también conducen a la deshidratación. Por ejemplo, la gripe, las infecciones intestinales agudas o las intoxicaciones. Pero el líquido es importante para el funcionamiento normal del cuerpo, sin él le será más difícil luchar. Así que intenta beber más agua pura, té, caldos o soluciones de electrolitos de farmacia.
Calienta los músculos
Este consejo sólo es adecuado si no hay altas temperaturas. El calor favorece la relajación muscular, así que un baño templado (¡no caliente!) o la misma ducha te ayudarán. También puedes tumbarte bajo una manta o ponerte una almohadilla térmica sobre el cuerpo. Es importante no excederse, así que es mejor no dormirse con una almohadilla térmica.
Descansa
Cuando tu cuerpo está luchando contra una enfermedad o recuperándose, se cansa más, por lo que necesita más descanso y sueño. A veces otros síntomas pueden interferir con el sueño, pero intenta pasar el mayor tiempo posible en la cama.
Baja la fiebre
Aunque la fiebre ayuda a combatir las infecciones, sentirse enfermo hace que uno se sienta mucho peor. La fiebre, el malestar y los escalofríos suelen ir unidos, así que puedes bajar la fiebre para que sea más fácil soportar la enfermedad. Para ello, por ejemplo, toma un baño frío, no te bañes, bebe un antitérmico.
Si es necesario, tome analgésicos de venta libre
Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o el paracetamol, reducen la producción de sustancias responsables de la inflamación, por lo que ayudan con los dolores corporales. También reducen la fiebre si se trata de una infección. Pero no debes abusar de los medicamentos: no puedes tomarlos con más frecuencia de la indicada en las instrucciones.