Ejercítate a la mitad de tu intensidad máxima y selecciona movimientos para los mismos grupos musculares que has trabajado durante el entrenamiento principal.
Por ejemplo, si hiciste intervalos de carrera, trotar es un buen calentamiento, y si hiciste un complejo intenso con una barra, haz ejercicios con el peso del cuerpo.
Entre diez y doce minutos son suficientes para poner en marcha la sangre y obtener algunos beneficios de recuperación.
Rodar sobre un rodillo de masaje
Si sientes que tus músculos van a estar doloridos, vale la pena que pruebes a rodar sobre un rodillo. Por turnos, masajea los grupos musculares que has estado trabajando, dedicando al menos dos minutos a cada uno.
Por ejemplo, si has estado haciendo sentadillas pesadas con barra, programa un cronómetro y masajea los cuádriceps, la parte posterior de los muslos y los glúteos. Si has estado saltando o corriendo, trabaja los gemelos.
Los músculos más pequeños, como los trapecios, los bíceps y los tríceps, pueden ejercitarse con pelotas de masaje. Suelen estar disponibles en todos los gimnasios.
Para aprender a masajear con estos aparatos, lea aquí.
Estiramientos estáticos
Se realizan durante unos 10 minutos. Elija uno o dos ejercicios para los grupos musculares que estaban tensos durante el entrenamiento. Puedes ver una lista detallada en este artículo. Mantenga cada posición entre 30 segundos y 2 minutos, según el tiempo disponible.